lunes, 20 de septiembre de 2010

Agua dulce por agua salada

Agua dulce por agua salada

Gral. Ejto. (r) Marcelo Antezana Ruiz


Consciente de la responsabilidad que conlleva opinar sobre un tema tan delicado, como el relacionado con la política internacional de nuestro país, y en especial con la República de Chile, en cuanto a posibles tesis para solucionar nuestro enclaustramiento ... marítimo, sobre todo cuando la Cancillería nos manda mensajes permanentes sobre el tema, como la posibilidad de obtener un enclave con facilidades comerciales diversas pero sin tocar el tema soberanía, o se hable de una posible soberanía gradual, como primer paso. A riesgo de desatar una polémica nacional, es que presento los siguientes aspectos, que podrían servir de base para sustentar una posible solución con dignidad, para recuperar nuestra cualidad marítima con soberanía.


1. Para nadie es desconocido que el Gobierno de turno en Chile sigue al pie de la letra una política de Estado, de no ceder ni un milímetro de su territorio, consolidado por tratados internacionales o por derechos que le otorgó una guerra internacional.


2. Bolivia a partir de la Guerra del Pacífico, el Tratado Internacional que suscribe de 1904, y el tratado de 1929 entre Chile y Perú, es enclaustrada, pierde su cualidad marítima y su salida soberana al océano Pacífico.


3. Chile consigue para sí, por la razón o la fuerza militar, intereses geopolíticos y económicos, como el gran potencial alimentario que otorga la explotación de la flora marítima y la gama de peces y mariscos, el poder económico que le significó y significa la explotación del guano, salitre, cobre y otros minerales que le sirvieron para sostener porcentualmente gran parte de su economía en lo que va de su vida republicana y la hegemonía geopolítica sobre el Pacífico Sur a través de la regulación y control del transporte marítimo.


4. Chile suma hoy intereses vitales para su subsistencia futura, éstos son: Primero, lograr a través de concesiones comerciales enmascaradas con Bolivia, y afinidad de intereses con la República del Brasil, consolidar los corredores bi-oceánicos a través de territorio boliviano y enclaves sobre el río Mamoré en Guayaramerín (Beni), laguna Cáceres de Puerto Suárez y el río Paraguay (Santa Cruz), que le posibilitarán llegar con sus productos exportables al gran mercado que significa Brasil, Paraguay, Uruguay, y la posibilidad de alcanzar con sus productos el gran comercio de ultra mar a través del Río de La Plata y el océano Atlántico. Segundo, Chile necesita solucionar el problema serio que tiene en cuanto a la disponibilidad de agua dulce a futuro, ya que sus fuentes de abastecimiento que son los nevados en la cordillera Occidental de los Andes, como consecuencia del calentamiento global, cada vez son menos, y tiene puestos sus ojos y decisión Geopolítica, para obtener un acceso a la Cuenca Central o Lacustre, que se encuentra entre las cordilleras Real y Occidental de los Andes, Altiplano boliviano, lagos Titicaca, Poopó y el río Desaguadero, constituyendo una cuenca cerrada y un reservorio de agua dulce subterránea de grandes proporciones.


5. El límite entre Chile y Bolivia se da por una divisoria natural del divorcio acuarion que presenta la naturaleza con las cumbres y filo de la Cordillera Occidental de los Andes, y para poder acceder Chile al reservorio de agua dulce de la cuenca central o lacustre del Altiplano Boliviano, necesita traspasar o recorrer sí o sí, la línea de frontera con Bolivia, vale decir tener el control territorial del total de la cordillera y parte de la pampa altiplánica, para poder explotar el agua dulce del reservorio o acuífero altiplánico.


6. Es verdad que en diferentes momentos de nuestra historia política internacional, fueron planteadas diversas fórmulas o tesis posibles para salir del enclaustramiento marítimo, pero también es cierto que la diplomacia chilena (protegiendo sus intereses) siempre buscó la manera de soslayar o distorsionar las negociaciones, sin voluntad política práctica que brinde una solución definitiva al problema.


7. En más de una oportunidad he manifestado y sostengo que la única manera de obligar a Chile a tratar de manera seria nuestras aspiraciones de recuperar una salida a nuestro mar cautivo con soberanía, es equilibrando el poder militar hasta alcanzar un poder disuasivo capaz de despertar respeto o pasar a convertirnos en una amenaza para la seguridad territorial para Chile, de lo contrario nunca nos escuchará.


8. Luego de conocer la opinión del ex comandante en Jefe del Ejército de Chile, Gral. (r) Juan Emilio Cheyre, en sentido de que la solución de la mediterraneidad de Bolivia es viable, si se la plantea nuevamente sobre las bases de las negociaciones iniciadas en Charaña en 1975, por los presidentes de ambos países, a esa opinión coincidente hay que agregar la del diplomático chileno Eduardo Rodríguez Guarachi (publicada en AmericaEconomia.com), encontrando una fórmula creativa para incorporar al Perú en virtud del tratado de 1929, donde se establece que Chile no podrá ceder territorios que antes de la Guerra del Pacífico le pertenecieran al Perú.


9. Hoy Chile y Perú sostienen fricciones y choque de intereses, por fijar de manera definitiva los límites en el mar territorial, que se prolonga hasta aguas internacionales.


10. Considero que la ponencia del Gral. Cheyre hay que tomarla en serio por el nivel que representa, en círculos militares y de estudiosos de la geopolítica chilena, pudiendo tener un porcentaje elevado de influencia en la consecución del interés actual y futuro de Chile, así como en el conjunto de su sociedad.


11. La verdad es que Chile necesita agua dulce para satisfacer una de las más importantes necesidades básicas y esenciales de su sociedad, y nosotros los bolivianos necesitamos tener acceso soberano al océano Pacífico, para dar solución a nuestro enclaustramiento marítimo, que posibilitará nuestro despegue definitivo hacia un desarrollo sostenido y sustentable a futuro.


12. No quiero pecar de ingenuo, pero debo ser franco con mi pueblo, al cual me debo en última instancia y decirle, es la primera vez en nuestra historia común que intereses fundamentales para la vida de nuestros pueblos (chileno y boliviano) no se cruzan, y pueden servirnos de estímulo, o darnos la oportunidad de sentarnos en una mesa de negociaciones en igualdad de condiciones, haciendo abstracción del poder disuasivo militar (a la que me refiero constantemente).


13. Por todo lo expuesto, y recurriendo a los sentimientos de honor y dignidad que debemos tener todos los ciudadanos que orgullosamente nos consideramos bolivianos y que Dios nuestro Padre Celestial nos bendijo, al darnos la oportunidad de nacer en esta tierra bendita, es que me atrevo a recomendar aceptar la posibilidad de buscar dar una solución a nuestro enclaustramiento marítimo a través de la tesis de Charaña, por considerarla apropiada, ya que al contener la posibilidad del Trueque Territorial nos pone en una situación de honor, dignidad y no afectaría a la soberanía de ninguno de los dos Estados, mas al contrario nos enaltecería, porque estaríamos comprando nuestro acceso soberano al océano Pacífico.


“El mar nos pertenece por derecho, recuperarlo es un deber”.